La restauración de los arrecifes de coral debe promover la recuperación de todo el ecosistema. Debe tener un efecto sobre las especies con las que se trabaja activamente, pero también sobre las que dependen de los corales. Debe promover un aumento tanto de las interacciones biológicas, como de la diversidad y abundancia de dichas especies.

La sostenibilidad, el desarrollo y mantenimiento de la restauración a escalas apropiadas requiere inversiones a largo plazo, lo que conlleva un alto costo financiero. No obstante, las estrategias de turismo con propósito y las donaciones temáticas son pilares fundamentales para sostener y llevar a nuevos límites las metas de los proyectos de restauración. Las alianzas para lograr objetivos proveen herramientas para la distribución del gasto, y al mismo tiempo son el motor de fiscalización necesario para integrar las diferentes visiones de desarrollo que requiere la sociedad.

Los esfuerzos en restauración deben basarse en un conocimiento histórico de cómo eran los arrecifes de la zona en un pasado, y qué los llevó a su estado actual de degradación. Saber cómo eran los mismos arrecifes en un pasado nos da una referencia de qué queremos lograr con la restauración. Asimismo, deben considerarse posibles escenarios futuros de cambio global que afecten las condiciones que los arrecifes del futuro van a tener que sobrevivir.

Los esfuerzos de restauración pueden proporcionar puestos de trabajo e ingreso a las personas de la comunidad. Asimismo, la restauración funciona como herramienta para la educación ambiental, propiciando la apreciación del entorno marino y la conservación de los arrecifes.